Situada en el barrio de Angustina (Voto, Cantabria), la casa de Pico Velasco es un notable ejemplo de la arquitectura civil cántabra del siglo XVII, aunque apenas han llegado hasta nuestros días los muros perimetrales de mampostería.

El proyecto se centra en el cambio de uso de la antigua vivienda, que es transformada en un pequeño hotel rural. Sus once habitaciones se reparten entre las dos primeras plantas, mientras que la planta baja aloja la zona de estar, los servicios comunes y la administración; se reserva el sótano para restauración, servicios e instalaciones diversas.

Desde el primer momento se persigue que la intervención sea expresamente reconocible con el fin de evitar cualquier tipo de confusión que falsee la autenticidad histórica de los restos preexistentes, además de respetar y consolidar dichos elementos. Con este fin, se realiza una reparación de los muros y se coloca en su interior, exenta, una caja de hormigón y vidrio. De este modo se establece un diálogo espacial entre la nueva estructura interna y los viejos muros externos, de sensaciones y vistas enmarcadas.

Al exterior, la intervención es discreta: asoma parcialmente la nueva caja sobre el muro, para aprovechar las vistas sobre el entorno privilegiado, y la rigurosa normativa impone la cubierta inclinada de zinc.

En el interior, gracias al perímetro de piedra exento y usando la luz para dar forma a un vacío central, se repite el diálogo espacial y armónico entre lo antiguo y lo moderno, creando muy variados y delicados matices.

Año: 2018
Localización: barrio de Angustina, Carasa, Voto (Cantabria)
Promotor: Pico Velasco, S.L.
Constructora: Icota, S.L.